En Egipto durante las tres primeras dinastías se organizó una monarquía unificada por los faraones que se llamaban hijos de Horus, el Halcón.
Este era el animal tutelar del Alto Egipto, con sus áridos desiertos a cada lado del valle. De allí partieron los monarcas y allí querían ser enterrados desde Menes y sus sucesores.
Conservando el respeto debido al lugar de Edfú, que es lugar de donde procedían, establecieron la capital del estado de ambos Egiptos, en el Delta, donde hoy está El Cairo, y se estableció un centro cultural y religioso, llamado Menfis. Allí existía desde la época prefaraónica un templo dedicado a Ptah. Junto a Menfis hubo un templo mucho más venerado e importante para la humanidad que los egipcios llamaron "ON" y los griegos "Heliopolis", ciudad del sol, nombre con el cual se conoce todavía al lugar.
El lugar santo de Abusir era un recinto amurallado con una sola entrada, el de On-Heliópolis era circular. El de Abusir era como un gran patio rectangular con un obelisco de chaparro. Según referencias, éste era el símbolo del Universo.
Todo al fin puede reducirse a formas geométricas; cada cosa puede definirse con una forma esencial sin detalles y el mundo entero imaginarse concentrado en el obelisco. Desde la punta piramidal, el Sol derrama sus rayos angularmente sobre el tronco prismático, que es el resto de lo creado. El obelisco contiene el Todo, desde el astro solar hasta el suelo. De este modo los sacerdotes de On concebían cada cosa como formulada por mera geometría o ecuación. Y lo que se puede concebir plenamente es porque ya está creado en el intelecto, por consiguiente, la creación es resultado de un sistema de formas, números o acordes musicales.
Sabemos que en On- Heliopolis, además del obelisco, existía un árbol sagrado, único en Egipto, El árbol de Persea. Tenía hojas como lenguas y frutos como peras o corazones. Eran símbolo de palabra y el pensamiento. Ha habido y existen aún escuelas místicas, sobre todo el Asia, para las que la palabra perfecta es la definición de cada cosa. Asi se explicaría que por la emisión de cada palabra justa se crearan las cosas mismas.
"Al principio, según el evangelio de San Juan, era el Logos, la Palabra".
Los faraones hijos de Horus hicieron compatible el respeto al Halcón con la veneración de Ra, el León y símbolo solar.
Más tarde, los farones ramésidas iban a Heliópolis a recibir una especie de bautismo de Ra con un nombre de Ra, que hacían esmaltar en una joya y la pendían del árbol de Persea, consagrándose así hijos de Ra, además de hijos de Horus. Asi tenemos ya dos maneras de formular el sistema del mundo sin preocuparse de la creación: el sistema geométrico y el oral donde la palabra tiene poder de creación.
Sin embargo existía otro método para explicar la creación. Heródoto, que visitó el santuario, vió el lugar donde se guardaba el Ave Fénix, que muere cada quinientos años y renace de sus cenizas. Con esta fábula se explica la creación como un fenómeno biológico: todo lo que existe procede de otro de su mismo género y no haya que atormentarse por descubrir su principio de la nada.
Mientras en On-Heliópolis, se pensaba y se vivía de acuerdo a la regla de Ra, en el delta se concretaba el mito de Osiris. En Heliópolis solo se intentaba explicar el orígen de las cosas, no se tenían soluciones para la muerte y la vida futura. Esta las proporcionaba Osiris.
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