domingo, 18 de abril de 2010

Leyenda de Osiris

Desde el mito de la creación creado por los sacerdotes de la ciudad de Heliópolis, podemos ver el vínculo que existía entre los dioses cósmicos y las deidades que encontraremos en la leyenda de Osiris. Recordemos que Geb, el dios tierra, y Nut, la diosa del cielo, tuvieron 4 hijos: Osiris, Isis, Set y Neftitis. En esta leyenda veremos una línea de verticalidad que va desde el dios Sol hasta el dios que poseerá el trono de Egipto.

Osiris fue el primer hijo que nació de la unión de Geb y Nut. Nació en Rosetau, cerca de Menfis, lugar ideal para el nacimiento de esta deidad ya que su rol en la mitología egipcia es ser el dios de los infiernos y Rosetau o "Boca de los pasadizos", sería la entrada que simboliza al reino infernal de Osiris.

En la época prehistórica, hacia el año 6000 antes de Cristo, el delta estaba dividido en dos reinos separados por el Nilo; uno era árido y se llamaba reino del Junco, y otro más fértil que era el reino de la Abeja. Estos reinos estaban gobernados por dos hermanos: Osiris y Set; sus consortes eran también hermanas: Isis y Nefer. Set, rey del Junco, estaba celoso de su hermano Osiris, que inventaba y divulgaba generosamente, los principios de la agricultura. Set rencoroso por su inferioridad moral, invitó a Osiris y a su esposa a un banquete.

Después con la excusa de ver quién era capaz de entrar en una caja ataúd, hizo que su hermano Osiris se echara adentro y cerrando la tapa a traición, lanzó el ataúd al Nilo.

La caja con Osiris, muerto, fue llevada por las olas a la playa de Fenicia, al pie del Líbano, y allí, en el lugar de Biblos, quedó depositada en una mata de tamarisco.

Isis corrió en busca de su esposo hasta encontrarlo en Biblos, lo resucitó con conjuros mágicos y ambos regresaron al delta. Osiris perdonó a Set y éste para celebrar la reconciliación, le invitó a un segundo banquete. Esta vez no se limitó a asesinarlo: dividió el cadáver en trozos y lo repartió en diferentes lugares. Isis fue piadosamente a recogerlos y los reunió; pero no pudo infundir vida a Osiris porque faltaba una parte que se había comido un pez del Nilo. Con la muerte de Osiris, Set se convirtió en el nuevo gobernante de Egipto, con su hermana Neftitis como consorte.

Osiris amortajado con vendas, pasó al reino de los muertos, qué está al Oeste, y quedó reconocido como Juez inapelable que decide la suerte de las almas que van llegando después de pasar las pruebas del camino.

Detalle importante es que Osiris fue entronizado en el mundo inferior de las almas por Ra, lo que significa que Ra era más antiguo que Osiris. "Ra, juzgó a Osiris y lo encontró bueno".

En Los Textos de las Pirámides existen referencias de que Osiris sufrió un terrible ataque por parte de esta criatura. Se lo describe como cayendo de costado sobre las riberas del río en Nedyet en el distrito de Abido. El asesino está confirmado por la aflicción mostrada en el llanto de Isis. Los conjuros pintados en los sepulcros de los cortesanos identifican al asesino de Osiris como Set y afirman que atacó a Osiris en Gahesty y que lo mató a orillas del río Nedyet. Estos detalles reflejan el horror que tenían los egipcios al asesinato del monarca y a un traspaso violento del poder.

De Osiris existen abundantes esculturas que lo representan amortajado y con el cetro en una mano y en la otra las llaves de la vida que tienen la forma de una "T", la misma que tenían las llaves de Egipto. Con el cetro castigador y las llaves, recibe Osiris las almas, y las que juzga buenas las pesa en una balanza. Aquellas que no superan el peso de una pluma de ave, reciben la inmortalidad, algo apagada, de un limbo o infierno sin memoria ni conciencia. Las almas de los que han pecado, cuyo peso hace caer la balanza, son devoradas por Amit, el hipopótamo, que espera el resultado del juicio aullando acusaciones y con la boca abierta.

Aún para las almas que salían bien libradas del juicio faltaba que los cuerpos embalsamados se conservaran en la tumba con un máximo de duración.

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